Argentina avanza en la electrificación del transporte: ¿el inicio de un cambio más amplio?
Más del 90% de la población argentina vive en ciudades, donde el tránsito congestionado, la contaminación del aire y el ruido forman parte de la vida cotidiana. Con el crecimiento de la población, la urbanización y el aumento de las ventas de automóviles, la movilidad urbana se vuelve cada vez más desafiante. Sin embargo, Argentina está dando pasos firmes hacia un transporte más sustentable.
Desde el centro de Buenos Aires hasta los rincones más alejados de la Patagonia, la electrificación del transporte gana impulso gracias a la combinación de innovación, respaldo gubernamental y un esfuerzo transversal por la modernización en distintos ámbitos políticos y económicos.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció recientemente que, a partir de mayo de este año, pondrá en funcionamiento la primera línea de colectivos totalmente eléctrica de la ciudad. Esta ruta conectará Plaza San Martín con Parque Lezama y podría extenderse hasta La Boca. Un dato distintivo es que toda la flota será operada por mujeres. Se espera que estos colectivos transporten aproximadamente 500.000 pasajeros al año, mejorando la conectividad en el Casco Histórico y el Microcentro.
Uno de los puntos clave para la movilidad en Buenos Aires es el Centro de Transferencia de Retiro, que desempeña un papel central en la conectividad de la ciudad. Con su alto volumen de pasajeros diarios, la electrificación de esta terminal podría representar un hito en el camino hacia un futuro más sustentable para Argentina.
Federico Poore, periodista y especialista en urbanismo, destaca que los colectivos eléctricos pueden reducir significativamente la contaminación sonora. En el caso de Retiro, “uno de los problemas principales es la contaminación auditiva generada por los colectivos convencionales, algo que los eléctricos podrían disminuir de manera considerable”, señaló.
A pesar de que la transición hacia una flota completamente eléctrica en Retiro y otras zonas de la ciudad aún parece lejana, representa un paso clave en la movilidad urbana sustentable. Poore enfatiza que este beneficio suele pasar desapercibido, pero es esencial para la calidad de vida en las ciudades.
La incorporación de colectivos eléctricos en Buenos Aires está alineada con el Plan Nacional de Transporte Sustentable de Argentina. Esta iniciativa busca promover el uso de vehículos eléctricos y fuentes de energía más limpias, con metas concretas como que al menos el 1% de los nuevos vehículos adquiridos sean eléctricos.
En 2019, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) lanzó un proyecto piloto de colectivos eléctricos en Buenos Aires. La iniciativa demostró un importante potencial de reducción de emisiones de carbono y subrayó la necesidad de expandir la infraestructura de carga para lograr una movilidad sustentable a largo plazo.
Entre 2019 y 2020, se realizó una prueba piloto con la Línea 59, evaluando dos colectivos eléctricos en términos de viabilidad técnica, operativa, económica y ambiental. Un informe de la CAF concluyó que estos vehículos pueden ser clave para reducir las emisiones contaminantes, siempre que se complementen con una matriz eléctrica limpia. Además, el estudio señaló que el desempeño de los colectivos fue satisfactorio y que tanto conductores como pasajeros brindaron opiniones positivas. Sin embargo, también advirtió que la viabilidad económica de la iniciativa dependerá de subsidios o mejores condiciones de financiamiento.
El programa de colectivos eléctricos que comenzará a operar este año, aunque a una escala relativamente pequeña, traerá beneficios tangibles para Buenos Aires, desde una mejor calidad del aire hasta barrios más silenciosos. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿será este programa un esfuerzo aislado o la primera señal de una transformación más amplia en la movilidad urbana de Argentina?